Los diferentes Nombres de Dios nos dan una
idea de cómo es El, a la vez que identifican algunos de su atributos y revelan
aspectos de su carácter. Invocar el nombre del Señor, es adorarle a Él (Génesis
21:33).
YAVE
ó YAHVEH, se Traduce como “El
Señor” y significa Dios Eterno enfatizando la inmutabilidad del Señor y la
presencia de Dios con su pueblo, denota a Dios como un Ser Activo y con
existencia propia. Se usa con mucha frecuencia en el AT aproximadamente unas
5.321 veces y originalmente se usaba sin vocales como YHVH.
El nombre “YO SOY EL QUE SOY” le fue revelado primero a Moisés y significa que
esta activamente presente (Omnipresente).
El Nombre ELOHIM significa El, Dios,
Divino y Fuerte. Ryrie define el término “ELOHIM”
como: “el sentido general de la Deidad” (Teología Básica) y sugiere que es
Fuerte y de gran poder, por lo que se le debe temer y reverenciar.
El Termino ADONAI también se usa para nombrar a Dios y significa “Señor, amo y
Dueño” Tal como es una relación entre hombres de Amos y siervos. La forma más
frecuente de nombrar a Dios es THEOS
(Dios) y significa que es el único Dios
verdadero, Único, Transcendente y Salvador.
El nuevo diccionario de la biblia, nos refiere
al respecto:
“Dios se reveló a Moisés con el nombre de
YHWH (Éx. 3:14; 6:3). A la combinación de estas cuatro letras los eruditos
llaman tetragrámaton o tetragrama. No es posible saber exactamente cuál era la
pronunciación original del nombre de Dios, puesto que los hebreos no escribían
las vocales. Cuando los masoretas, entre los siglos VI y X d.C., introdujeron
los signos para vocales en la escritura hebrea, hacía ya muchos siglos que no
se pronunciaba el nombre de Dios. Por investigaciones recientes los expertos
han concluido que la pronunciación más probable es Yahvé.
Jehová.
Era uso, cuando se leían las Escrituras,
pronunciar Adonai (Señor) en todo lugar
donde apareciera el tetragrámaton. Fue así como surgió el término “Jehová”,
porque los masoretas hicieron una combinación que incluía las vocales de la
palabra Adonai, con las letras del t. Cuando Moisés recibió la orden de ir a
liberar a su pueblo, dijo a Dios: “Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su
nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y
dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros” (Éx.
3:13–14). Este nombre proclama la conciencia que Dios tiene de sí mismo, al
decir: YO. Implica la autosuficiencia divina, pues él no depende de nadie para
su propia existencia. Es también una declaración de absoluta soberanía e
inmutabilidad. Esto es lo que expresa el Tetragrámaton YHWH, que en RV60 aparece como “Jehová”. Al
combinarse con otras palabras surgen nombres que apuntan a determinados
atributos o acciones de Dios. Así:
Jehová-elohay (Jehová mi Dios).
Señala al Dios que ha de venir. Aparece en
Zac. 14:5 (“... y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos”).
Jehová-eloheenu (Jehová nuestro Dios).
Se utiliza en el Sal. 99:5, 8, 9
(“Postraos ante su santo monte, porque Jehová nuestro Dios es santo”).
Jehová-elohe
Yisrael (Jehová Dios de
Israel).
Aparece por primera vez en el cántico de
Débora (“Yo cantaré a Jehová, cantaré salmos a Jehová Dios de Israel” [Jue.
5:3]).
Jehová-eloheka (Jehová tu Dios).
Dios lo usa refiriéndose a sí mismo cuando
da los mandamientos a Israel (“Yo soy Jehová tu Dios” [Éx. 20:2–7]).
Jehová-elyon (Jehová el Altísimo).
Alude a la supremacía de Dios. Como en el
Sal. 97:9 (“Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra; eres muy
exaltado sobre todos los dioses”).
Jehová-hosenu (Jehová nuestro Hacedor).
Es nombre que apunta al Creador. Como en
el Salmo 95:6 (“Venid, adoremos y
postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor”).
Jehová-jireh (Jehová proveerá).
Recuerda la providencia de Dios. Este nombre
surge en el episodio del sacrificio de Isaac, cuando Dios se proveyó de un
cordero. “Por tanto, se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto” (Gn.
22:13–14).
Jehová-mkaddishkim (Jehová que os santifica).
La santificación del sábado es una señal
“para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico” (Éx. 31:13).
Jehová-nissi (Jehová nuestro estandarte o bandera).
Tras la batalla contra Amalec, “Moisés
edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nissi” (Éx. 17:15). Alude al Dios
que da la victoria.
Jehová-raah (Jehová mi pastor).
Así le llama David en el Sal. 23. Alude a
la protección, guía y provisión de Dios para los suyos.
Jehová-rafa (Jehová el que sana).
Este nombre no aparece transliterado en RV60. Se utiliza en relación con el
incidente de las aguas amargas de
Mara. Tras sanar las aguas, Dios le dice el pueblo: “Si oyeres atentamente... y
guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los
egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador” (Éx. 15:23–27).
Jehová-sabaoth (Jehová de los ejércitos).
Alude a Dios como supremo en la corte
celestial, rodeado de los ángeles (1 S. 1:3).
Jehová-salom (Jehová es nuestra paz).
Cuando Gedeón fue visitado por “el ángel
de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara.
Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor; no morirás”. Con ese motivo,
“edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom” (Jue. 6:22–24).
El nombre señala al Dios que trae paz y confianza.
Jehová-sama (Jehová está presente).
Con este nombre aparece en Ez. 48:35 (“Y
el nombre de la ciudad desde aquel día será Jehová-sama”). Recuerda la
situación final, cuando Dios morará gloriosamente en medio de su pueblo.
Jehová-tsidkenu (Jehová nuestra justicia).
Es nombre que alude a Dios en tiempos
mesiánicos, cuando él levante un “renuevo justo” que “hará juicio y justicia en
la tierra.... y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia
nuestra” (Jer. 23:5–6).
El
Esta palabra, en singular, es la que se
utiliza para decir “dios”. Según el contexto, puede referirse a un dios falso.
Pero señalando al verdadero Dios aparece unas doscientas cincuenta veces en la
Biblia. Significa “el primero”, o “el fuerte”. Se combina con otras palabras
para formar nombres como:
Dios
Altísimo
La primera vez que se usa el término es en
Gn. 14:18–24, cuando Melquisedec bendice a Abraham en el nombre del “Dios
Altísimo, creador de los cielos y de la tierra”. Debe notarse que Melquisedec
lo llama “Dios Altísimo”, mientras que Abraham lo invoca como “Jehová Dios
Altísimo”, lo cual podría señalar a una diferencia en el conocimiento que ambos
tenían del mismo Dios.
Dios
celoso
Indica que Dios no comparte la adoración. Sólo a él se debe adorar, porque sólo él
es Dios. “No te has
de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso
es” (Éx. 34:14).
Dios
de verdad
En el cántico de Moisés se dice que es
“Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto” (Dt. 32:4).
Dios
eterno
Después de firmar un pacto con Abimelec,
Abraham “invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno” (Gn. 21:33). Señala al
Dios de la permanencia y la firmeza.
Dios
fiel
Nombre que recuerda Moisés al decirle al
pueblo que “guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus
mandamientos, hasta mil generaciones; y que da el pago en persona al que le
aborrece” (Dt. 7:9).
Dios
grande y temible
Moisés alienta al pueblo diciéndole: “No
desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios
grande y temible” (Dt. 7:21). Dios grande, poderoso y temible.
Nombre que surge en el contexto de una
exhortación a la santidad. “Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón,
y no endurezcáis más vuestra cerviz. Porque Jehová vuestro Dios es Dios de
dioses, y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible” (Dt. 10:16–17).
Dios
misericordioso
Moisés dice al pueblo que si pecaba debía
confiar en Dios y arrepentirse. “Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te
dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres”
(Dt. 4:30–31).
Dios
Todopoderoso
Con ese nombre Dios se reveló a Abraham
(“Yo soy el Dios Todopoderoso”) diciéndole que le había puesto por “padre de
muchedumbre de gentes”, cuando era de noventa y nueve años y no tenía heredero
(Gn. 17:1–5). Alude al Dios que todo lo puede.
Dios
viviente
Josué utiliza este apelativo en el momento
en que habla al pueblo para cruzar el Jordán (“En esto conoceréis que el Dios
viviente está en medio de vosotros”). Le dice que ese Dios haría el milagro de
partir las aguas (Jos. 3:10).
Elah
o Elahah En singular.
Es el equivalente caldeo del hebreo Eloah.
Se encuentra unas setenta y siete veces en los libros de Daniel y Esdras.
Eloah En singular.
Se deriva de la palabra Ahlah, adorar. Con
Eloah se hace referencia a Dios como el único digno de adoración, el adorable.
Ocurre unas cincuenta y cinco veces en el AT, como en Dt. 32:15 (“Entonces abandonó al Dios que lo hizo”), y en Dt.
32:17 (“Sacrificaron a los demonios y no a Dios”). Este nombre se utiliza mucho en el libro de
Job.
Elohim
Es el plural de Eloah.
Se utiliza unas dos mil quinientas veces.
La primera vez en Gn. 1:1 (“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”).
Estando el nombre en plural, sin embargo la acción (“creó”) aparece en
singular.
Otros nombres son:
Adonai
(Señor).
“Porque Jehová vuestro Dios es Dios de
dioses y Señor de señores. Dios grande, poderoso y temible” (Dt. 10:17). Dios
es supremo. Está por encima de todo y de todos. Aparece por primera vez en Éx.
34:6.
Anciano
de días
Se utiliza en las visiones de Daniel (“...
y se sentó un Anciano de días” [Dn. 7:9, 13, 22]).
El
Roi
Es el nombre con el cual Agar se refiere
al “Viviente-que-me-ve” (Gn.16:13–14), después que Dios se le apareció junto a
una fuente en el desierto, cuando huía de Sara.
El Shaddai.
Aparece siete veces como “Dios
Todopoderoso” o “Todopoderoso Dios”. Y alrededor de cuarenta y un veces como
“el Todopoderoso”, mayormente en el libro de Job.
Jah
Este nombre se forma con la primera y la
última letra del Tetragrámaton, intercalando una vocal en el medio. Aparece
unas cuarenta y nueve veces en el AT, solamente en los libros de Éxodo, Salmos e Isaías. Como en el Sal.
68:4 (“Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre los
cielos. JAH es su nombre...”).
Roca
Moisés, en su cántico, dice: “El es la
Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud” (Dt. 32:4).
Santo de Israel.
Es un apelativo muy utilizado por el
profeta Isaías (Is. 1:4; 5:19; 10:20, etcétera).” [1]
Sin embargo, tenemos que tomar recordar
siempre que lo más importante no es como le llamemos, sino que de verdad le
conozcamos y le seamos obedientes.
Dios mismo se autodenomino: “Yo soy el que
soy” y como hemos visto solo en el AT se autodefinió de muchas maneras y según la
ocasión, para luego manifestarse como Jesús el Cristo Salvador. Démosle a Él la
honra siempre y dirijámonos con reverencia, recordando que "El nombre de
las cosas define su propósito" CS
RV60 Reina-Valera 1960 S Sur AT Arameo
[1]Lockward, Alfonso: Nuevo Diccionario De
La Biblia. Miami : Editorial Unilit, 2003, S. 297
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