En
la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera
dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y
si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para
que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Y
sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
Le
dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el
camino?
Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí”. Jn
14:1-6
En este pasaje de la Biblia, Jesús trata de calmar la
turbación de sus discípulos, producto de los anuncios (Juan 13) de que uno de
ellos le iba a entregar y de que Pedro le habría de negar.
Pero ante una pregunta de Tomás, Jesús le responde con
uno de los versículos más reveladores de la Biblia: “…Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí” Juan 14:6.
El
camino
En primer lugar afirma que El es “el camino”.
Pudiéramos hacernos una pregunta: ¿estamos seguros del
camino que llevamos?
Un camino necesariamente nos conduce a algún lugar y
el hombre muchas veces cree poder llegar a Dios por diversas vías. Pero la
Biblia alerta que “Hay camino que al
hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte” Pr 14:12
No todos los caminos son buenos, de hecho Cristo
afirma que hay un solo camino a Dios, que no hay otro. Ese camino no es por
donde a nosotros nos parezca, sino como Cristo lo ha trazado.
El camino no es ancho, ni fácil, no hay atajos. El
camino de Dios es seguir a Cristo en todo. El nos indica cuando vamos mal y nos
bendice cuando vamos bien.
Si hay camino: Cristo es el camino en esta vida y en
la eternidad.
La
verdad.
Esta aseveración debió dejar asombrados a todos los
que le escuchaban.
Todos buscamos la verdad y a través de la historia han
aparecido muchos tratando de enseñar la verdad. Sin embargo solo Jesús se
atribuyo enseñar y ser la verdad
La gente desea saber la verdad científica, la verdad
económica, la verdad política. Pero solo en Jesús esta la verdad, otros pueden
enseñar la verdad pero Jesús es la verdad.
Toda conocimiento humano adquiere autentico valor,
solo cuando se conoce la verdad divina.
La verdad no es lo que nosotros pensamos o lo que a
cualquiera le parece, la verdad es Cristo y esta manifestada en su palabra.
“Encamíname en
tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he
esperado todo el día”. Salmos 25:5
La
vida.
Esta afirmación sin duda es la más significativa y no
podía ser diferente, toda vez que cuando andamos en el camino verdadero de
Dios, inexorablemente vamos hacia un destino de vida eterna.
Todos quieren vivir la vida, la buscan en el deporte,
las posesiones y otras cosas, pero la vida es mucho más que esto. Nadie quiere
escoger la vía que conduce a la muerte; Todos quieren vivir, pero si no caminan
con Cristo, están muertos (separados).
¿Cómo hallar la vida?
Solo en Cristo, solamente en El. Sólo Jesús es vida y es
quien nos da la vida. En el preciso momento que creemos empezamos a vivir de
verdad y en ese mismo instante, empieza en nosotros la vida abundante que él da
y que nunca termina.
Sin Cristo (vida) ninguna existencia puede mantenerse
eternamente.
Solo
Jesús nos lleva al Padre.
Jesús afirma ante sus apóstoles que Él es “el camino, la verdad y la vida” y luego
hace una declaración vinculante: “nadie
viene al Padre sino por mi”, Juan
14:6.
Como conclusión Jesús engloba de manera absoluta lo que antes habló, mediante una frase sencilla y contundente "nadie viene al Padre sino por mi", de tal manera que reafirma que nadie puede alcanzar la Gracia de Dios, sin Él.
Solo a través de Cristo es que podemos llegar al
Padre, no hay atajos, no hay otras maneras, no hay intermediarios. Debemos
vivir como Él vivió, ser Santos como Él lo fue, amar como Él amó, perdonar como
Él perdonó.
El Señor quiere llevarnos de su tierna mano hacia el
Padre.
Recuerda siempre que Jesús es:
El Camino que le da sentido a tu vida,
La Verdad que le da valor a todas las personas que le
crean, y
La Vida; que da vida a tu vida.